A las 22:03 horas de ayer se escuchó, en medio de un silencio y una pausa dramática, la introducción de la canción ¿Y cómo es él?..., la frase que da inicio al éxito quizá más sonado en México; el tema más controversial de José Luis Perales se dejó oír en la voz del cantautor español, quien seguramente volverá a Zacatecas, pues, no sólo llenó Plaza de Armas, sino que mantuvo la atención del público que, en pie, atiborró el acceso de la avenida Hidalgo frente al centro comercial El Mercado, escuchándole y coreando sus canciones, mientras le miraba a través de una pantalla.
El comentario surge de su propia expresión en la conferencia de prensa previa a su presentación en el 27 Festival Cultural Zacatecas, cuando se le cuestionó sobre su posible retiro, que, dijo, sólo determinaría el público, el día que se presente y no vaya nadie a verle.
Pues no se retira, como agregó, nunca sucede del todo con un artista, pese a sus 68 años de edad, y a veces eso sí, un poco infiel, dicho en sus propias palabras, lo que quiere decir que no es de los que viaja cada año a una plaza y eso puede hacer que se le olvide un poco.
Tampoco hay olvido para el contador de historias, como él mismo se llama, quien encuentra inspiración, dijo también ante la prensa, en las cosas sencillas que se viven día a día. Esta inspiración le abrió la puerta del medio musical en el país con Me llamas, a la que se han sucedido una serie de temas que la gente ha interiorizado como suyos.
En Zacatecas, cantó, con bufanda y doble saco, entre otros temas Loca, Navegando por ti, El invierno, este último en el que mencionó otra vez su afición a componer siempre en su casa de campo en la época de lluvias; Celos de mi guitarra, un tema de 1976, al que precedió su mención de los amores que han sido motivo de crónica musicalizada: “el amor adolescente, el amor adulto, el amor adúltero…que ya no es amor”.
Fueron interpretados también Canción para Manuela, dedicada a su nieta, Hoy me acordé de ti, en memoria de “los amores que no cuajaron”, Samaritanas del amor, éste ofrecido a los seres más marginados por la sociedad y vistos con desprecio, dijo, y los cuales a él siempre le han dado una cierta ternura, y Canción de otoño, entre otras piezas. Hasta que vino ¿Y cómo es él?, esa canción que tiene como anécdota el no haber sido compuesta para sí mismo sino para Julio Iglesias, y que éste nunca cantó, que no le gustó a su esposa porque según no le iba bien el discurso a Perales, pero que resultó en uno de sus mayores éxitos y en un motivo de controversia por la docilidad con que un amante acepta que llegue un “ladrón que me ha robado todo”.
Tras entregársele por el gobernador Miguel Alonso Reyes El Minero de Plata, la gente lo hizo volver para cantar una más, Te quiero, que, con el estribillo cambiado a “os quiero”, agradeció también la querencia de los zacatecanos, para al fin partir en Un velero llamado libertad, asegurando que dejará la ciudad mañana, pero que no la olvidará fácilmente.
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