sábado, 25 de julio de 2015

José Luis Perales: Desde su Blog Gente Maravillosa

CL: Os dejamos un nuevo post muy especial para todos los que nos mandáis mensajes a diario y donde Jose Luis Perales contesta a algunas de las preguntas que nos hacéis:

“¿Que si leo todos vuestros mensajes? ¿Que si es cierto que a menudo conseguís emocionarme y regresarme a vuestro país y al lugar en donde un día compartimos juntos un concierto? ¿Que si todos mis escritos, esos que vosotros leéis cada vez que son publicados están escritos por mí? Si.”

¡Esperamos que os guste tanto como a nosotros!
Quizá algunos de vosotros recordéis un disco grabado por mí en el año 1.993, “Gente Maravillosa”, que incluía la canción Dazibao, inspirada en los mensajes que enviaban los jóvenes a través de esa página del diario El Mundo. Uno de ellos, feliz de haber encontrado respuesta a su S. O. S., escribió: “En el mundo he encontrado por fin gente maravillosa”.
Cómo me gustaría también a mí tener el tiempo suficiente para contestar a cada uno de vuestros mensajes, esas palabras siempre llenas de cariño y admiración, no siempre merecidas, pues mi única intención es compartir con todos y cada uno de vosotros mi cotidianidad y mis pequeñas historias que necesito contar a quienes voy descubriendo cada día a través de mi página y que ya sois una legión de amigos y, por tanto, motivo suficiente para entregaros parte de mis vivencias y algún que otro secretillo no desvelado hasta ahora.
¿Que si leo todos vuestros mensajes? ¿Que si es cierto que a menudo conseguís emocionarme y regresarme a vuestro país y al lugar en donde un día compartimos juntos un concierto? ¿Que si todos mis escritos, esos que vosotros leéis cada vez que son publicados están escritos por mí? Si.
Esta comunicación se ha convertido para mí en una necesidad sabiendo que algunos de vosotros la esperáis, como el encuentro con un amigo que veces os visita para hablaros de cualquier cosa. Igual espero yo vuestros comentarios, siempre tan generosos.
Claro que os leo a todos, y también me resultan ya familiares muchos de vuestros nombres, así como los países de donde procedéis: Como Evelyn desde Guatemala. O tú, Marcelo, cuyo mensaje desde la Patagonia Argentina me emocionó al comprobar que algunas de mis canciones, escuchadas a través de emisoras chilenas captadas en la zona árida de mesetas te hicieron revivir momentos importantes de tu vida, como Dime, que te sitúa tristemente en Malvinas; Canción de otoño, que te devuelve a tu amor adolescente; o Los Guerreros, a ser todo un ganador. A ti, Cecilia, que desde Guayaquil me preguntas cómo se llama ese disco en cuya portada aparezco vestido con un jersey amarillo: “Nido de águilas”. Doris, desde Popayán, Colombia. Lucía desde Paraguay. Claudia desde Argentina que me dice “Volvéee…” Cesar desde Perú, o Luis desde Chiriquí (Panamá). Elías, desde Monterrey o Carlos Andrés desde Manizales (Colombia). Y el mensaje de Ángel, un paisano mío de Cuenca, comentándome que su abuela, al escucharme cantar Me gusta la palabra libertad, comentaba: “Tanta libertad, tanta libertad… Así va el país…” Desde aquí le mando un saludo cariñoso. Así como a Luis Torres, a Alberto Pereira en Monteros (Argentina), a Mauricio, un cubano residente en Florida o a Fernando que me saluda desde Hermosillo (México). A ti, Mili, que me dedicas el piropo más tierno “mi gorrioncito bello”, nunca nadie me había llamado así. Gracias. Aliuska Barrios, desde Cuba, a través de la cual quiero enviar mi más fuerte abrazo al pueblo cubano, al que espero visitar algún día. A Mariangel, que desde New York consigue ruborizarme con tanto cariño y sus collages. Yo también te quiero, y seguro, nos veremos en alguno de mis próximos conciertos en la Gran Manzana. Mi saludo también a Rosa Guzmán en Temuco (Chile), y a Marlene Rodríguez que me confundió con Serrat y le gustan Mediterráneo y Tío Alberto (a mí también me gustan), a la que mando un beso. A Valentina López (Gracias por tus rosas) y a Sergio que promete ser mi último espectador. A Ana Laura Castro, a Fructu Gil que tan contento se pone cada vez que se comparte alguna de las canciones que deja en el muro, a Alberto Alvarruiz con sus maravillosas adivinanzas, a Zully Ivette, a Soledad Infante, a Tomaza, a Carlos Alberto, a Rachi Veloso…
Pero no quiero ser pesado. Solo deciros que formáis parte de mi vida y que celebro y agradezco cada uno de vuestros mensajes, y que son como una palmada en la espalda que me anima a seguir escribiendo. Quisiera nombraros a todos, porque a todos os he leído, pero como ya he dicho, es difícil encontrar el tiempo necesario para dar respuesta a un millón novecientos mil amigos que me acompañáis en este camino apasionante de la música. Solo decir que, al igual que en aquella canción, y gracias a vosotros, en el mundo también yo encontré “Gente maravillosa”.